Esa mañana tenia mas ánimos de los que esperaba, me puse mis zapatos de peluche y quería correr al baño para saciar los deseos corporales que aguante toda la noche, no esperaba que me vieran para poder volver a escurrirme en la cama y dormir un rato mas, solo por costumbre. Me asome tratando de esconderme entre la puerta y su marco, era imposible pasar por el pasillo sin que me viera mi padre, cerré los ojos y con fuerzas le pedí a Dios que no me viera, solo por costumbre. Termine de abrir la puerta despacio y me puntitas camine suavemente hasta la puerta del baño, el ni se inmuto, no pudo verme ni oírme aunque para ser honesta, no era muy hábil en eso de ser ninja. muchas veces a mitad de camino me descubría dándome un abrazo y un susto acompañado de un rato de risas y cosquillas; a pesar de ellos estar en la otra habitación. Me sorprendí de mi misma por lograr la hazaña por quizá la tercera vez de muchos intentos y después de hacer lo que iba hacer, volví cumpliendo el mis...