La hora del almuerzo es el mejor momento del día, todos nos sentamos alrededor de la mesa y como si existiera un botón, apagamos los pensamientos referentes al trabajo y nos convertimos en una extraña y fascinante mezcla de personas a la que nos gusta llamar “Familia Grafito”, es una hora llena de risas, anécdotas, convivencia que fortalece los lazos y una al equipo, sin duda una hora de relajación para cargar energías y luego seguir trabajando, es además muy necesaria, sobre todo como aquel día que un cliente demente empezó a discutir sin razón ni sentido amenazando con golpes y malas palabras, estuvimos a punto de responderle igual pero una de mis compañeras uso su súper poder conciliador y estratégicamente lo mando a la chucha sin que él se diera cuenta, así de poderosa es la hora del almuerzo, que pudimos olvidar fácilmente todo ese episodio con solo sentarnos.